Un panegírico a las obras y sus exponentes así lo confirman en su serie el “Mundo de Karoline” que recrea escenas familiares de cuando era pequeña, atrapando recuerdos, anécdotas y personajes que se transfieren en el espacio de la memoria y reconfiguran en encuadres de alto contraste, una especie de relatoría visual de alta carga autorreferencial.